El marine Ira Hamilton Hayes, nativo de la tribu pima nacido en la reserva del río Gila, en Sacaton, Arizona, fue recordado nuevamente este 23 de febrero como uno de los soldados que quedó en la historia al aparecer en la emblemática fotografía Alzando la bandera en Iwo Jima, una imagen que se convirtió en símbolo del triunfo estadounidense en la Segunda Guerra Mundial. La foto, tomada el 23 de febrero de 1945, muestra a cinco marines y un médico de la Armada estadounidense que levantan la bandera norteamericana en el monte Suribachi, luego de la batalla en Iwo Jima, en Japón. Uno de ellos fue Hayes, de cuyo nacimiento además se cumplieron 100 años en enero pasado.
La foto -tomada por Joe Rosenthal, fotógrafo de guerra de la agencia de noticias AP- es una de las imágenes de guerra más relevantes de la historia y fue la escena elegida para transformarse en 1954 en el monumento United States Marine Corps War Memorial que, en Arlington, Virginia, en las afueras de Washington DC, representa la memoria de todos los marines estadounidenses que pelearon por el país desde 1775. La foto de Rosenthal, que ganó el premio Pulitzer de 1945, fue tomada en la tarde del 23 de febrero de ese año, cuando las tropas estadounidenses izaron -en el punto más alto de la isla de Iwo Jima, al sur de Tokio- una segunda bandera de Estados Unidos, más grande que la que había sido izada en la mañana de ese día.
Hayes nació el 12 de enero de 1923 en Sacaton, en la comunidad india pima (“pueblo del río”) del río Gila. Hijo de Nancy Hamilton y Joseph Hayes, fue el mayor de seis hijos. Su padre, que había sido veterano de la Primera Guerra Mundial, se dedicó a la agricultura y la cosecha del algodón. Hayes estudió dos años en la escuela secundaria, trabajó como carpintero y sirvió en el Cuerpo Civil de Conservación antes de enlistarse, en agosto de 1942, en la Reserva del Cuerpo de Marines en Phoenix: recibió entrenamiento como paracaidista en Camp Gillespie, cerca de San Diego, California, y recibió el apodo de Jefe Nube Caída, según señala el Museo de Historia Nativa Americana.
La nación estaba en emergencia desde que, en diciembre de 1941, Japón había atacado Pearl Harbor, hecho por el que Estados Unidos ingresó a la Segunda Guerra Mundial. En marzo de 1943, Hayes fue enviado al Pacífico a combatir contra Japón: participó en la batalla del golfo de Bella (1943), en la campaña de Bougainville (1943-1945) y en la batalla de Iwo Jima (1945), donde la historia lo sorprendería en la famosa fotografía.
A 78 años de aquel episodio, Alzando la bandera en Iwo Jima expresa y simboliza el sentimiento de patriotismo en Estados Unidos. La foto de Rosenthal -quien durante décadas negó que la toma haya sido montada- se publicó inmediatamente en las portadas de periódicos de todo el mundo y, al advertir el impacto que la imagen causó en la opinión pública, el entonces presidente demócrata Franklin D. Roosevelt (1933-1945) ordenó que quienes habían aparecido en ella regresaran a Estados Unidos para patrocinar una colecta de bonos de guerra, a modo de propaganda para financiar la contienda.
Hayes, de 22 años, regresó a Estados Unidos como uno de los tres únicos sobrevivientes de los seis soldados que aparecían en la foto: los otros dos sobrevivientes que aparecen en la imagen son Harold Keller, fallecido en 1979, y Harold Schultz, quien murió en 1995 (hasta 2016 se creyó que en lugar de Schultz en la foto había estado John Bradley y hasta 2019 se pensó que Keller había sido Rene Gagnon, pero investigaciones del Cuerpo de Marines lograron determinar las verdaderas identidades de esos dos soldados en la imagen). Por décadas, Hayes y Gagnon fueron tratados como héroes nacionales. Los otros tres soldados, que murieron en combate, fueron Franklin Sousley, Harlon Block y Michael Strank.
En Estados Unidos, Hayes fue ascendido a cabo en junio de 1945, pero volvió a ser enviado a Japón en septiembre, para la ocupación final, hasta que regresó definitivamente en noviembre del mismo año a California. El soldado arizonense fue dado de baja en diciembre de 1945, y recibió –entre otras distinciones oficiales- la Medalla de Victoria de la Segunda Guerra Mundial.
Rápidamente Hayes se convirtió en una persona popular y famosa en Estados Unidos: recibió cientos de cartas desde todo el país y, en 1949, fue parte de la película Arenas de Iwo Jima, dirigida por Allan Dwan y protagonizada por John Wayne, quien por el film fue nominado al Oscar. En la película, Hayes actuó de sí mismo. Hayes, Gagnon y Bradley participaron en giras como estrellas de cine (en esos años aún se creía que Gagnon y Bradley habían estado en la foto), y fueron aclamados en diversas ciudades, incluso en Times Square, en Nueva York. También se lanzaron estampillas conmemorativas.
Sin embargo, Hayes no pudo llevar una vida normal en su regreso a Estados Unidos: sufrió “trastorno de estrés postraumático y la culpa del sobreviviente”, señala el Museo de Historia Nativa Americana. Tampoco encontró empleo estable, sufrió rechazo y, como parte de la inestabilidad emocional, cayó en el alcoholismo, por lo que fue arrestado decenas de veces en Arizona y se lo comenzó a mencionar en forma negativa. “Hayes nunca se sintió cómodo en el centro de atención y no sintió que debería ser honrado por encima de cualquiera de sus hermanos de armas caídos”, agrega por su parte el Museo de Historia Nativa Americana.
El 10 de noviembre de 1954, día del 179° aniversario del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, Hayes participó en la inauguración del Marine Corps War Memorial en Arlington, Virginia, en las afueras de Washington DC, un monumento de casi 24 metros de alto que fue construido en bronce –con base de granito- por el escultor Felix de Weldon de acuerdo a la escena retratada en la foto de Rosenthal. La ceremonia, junto al cementerio militar de Arlington, fue encabezada por el entonces presidente republicano Dwight Eisenhower, quien calificó a Hayes como “un héroe de guerra nacional”.
Hayes murió poco más de dos meses después, el 24 de enero de 1955, en una precaria vivienda en Bapchule, Arizona, en la comunidad indígena del río Gila, al sur de Phoenix. Tenía solamente 32 años y no alcanzó a cumplirse una década desde su regreso de Iwo Jima. Fue enterrado con honores militares en el cementerio de Arlington, en Virginia, el 2 de febrero de 1955. En el funeral, Gagnon dijo: “Tuvo un pequeño sueño en su corazón, que algún día el indio sería como el hombre blanco: poder caminar por todo Estados Unidos”.
Luego de la muerte de Hayes, su figura inspiró la cultura popular: en su honor, en 1961 se estrenó la película autobiográfica The Outsider (El último héroe), con Tony Curtis como protagonista y dirigida por Delbert Mann. En 2005, además, la batalla de Iwo Jima fue narrada en la película Banderas de nuestros padres (La conquista del honor), nominada al Oscar, dirigida y producida por Clint Eastwood -también Steven Spielberg en producción- y en la que Hayes fue interpretado por Adam Beach.
Además, el soldado arizonense apareció en poemas, como (The Ghost Of) Ira Hayes, de Marsha Burks Meghee, y en libros como Quiet Hero: The Ira Hayes Story, de S.D. Nelson, e Ira Hayes, Pima Marine, de Albert Hemingway. En 1961 también Ira Hayes llegó a la música: el cantante Peter La Farge compuso el tema La balada de Ira Hayes, interpretado por Johnny Cash, Patrick Sky, Hamilton Camp, Peter Seeger, Smiley Bates, Bob Dylan y Kinky Friedman, entre otros. Sus estrofas dicen:
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Le llaman el borracho Ira Hayes
no responde a nada más.
No es el indio bebedor de whiskey,
tampoco el marine que fue a la guerra.
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Gente, reúnanse a mi alrededor, hay una historia que quiero contar
acerca de un joven indio valiente que deben recordar bien.
Desde la tierra de los indios pima,
una orgullosa y noble tribu,
que cultivaban la tierra en el valle de Phoenix, en Arizona.
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Por los surcos, durante mil años,
el agua hizo crecer los cultivos de la gente de Ira,
hasta que el hombre blanco robó los derechos de agua
y el agua dejó de fluir.
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La gente de Ira estaba hambrienta,
y en sus tierras crecía la mala hierba.
Cuando estalló la guerra, Ira fue voluntario
y olvidó la codicia del hombre blanco.
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Allí luchó colina arriba en Iwo Jima,
doscientos cincuenta hombres,
pero sólo veintisiete vivieron
para bajar de nuevo.
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Y cuando la lucha terminó,
y cuando se izó la bandera,
entre los hombres que la sostuvieron en alto
estaba el indio Ira Hayes.
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Ira volvió como un héroe,
famoso en todas partes,
fue agasajado con vinos, discursos y honores,
todo el mundo le chocó la mano.
🎶
Pero no era más que un indio pima.
Sin agua no hay cultivos, no hay posibilidades.
A nadie le importaba lo que Ira había hecho
ni cuando se hizo la danza india.
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Entonces Ira comenzó a beber duro;
la cárcel era a menudo a su casa,
le dejaban izar y arriar la bandera
como si se le tirara a un perro un hueso!
🎶
Una mañana murió borracho,
sólo, en la tierra que luchó para salvar.
Dos pulgadas de agua en un solitario surco
fue la tumba de Ira Hayes.
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Sí, le llaman el borracho Ira Hayes
pero su tierra es tan seca…
y su fantasma yace sediento
en la zanja donde Ira murió.
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