Al analizar el surgimiento de nuevas redes sociales, como ocurrió días atrás con Threads, y admitir que existen “aspectos positivos y negativos”, Amezcua-Patino reconoció que “toma tiempo” el proceso de adaptación a las nuevas herramientas tecnológicas y de relación social, que a veces puede derivar en desventajas, por ejemplo, para personas más vulnerables, que pueden enfrentar ansiedad, depresión o problemas de personalidad.
En esos casos, afirmó, “las redes sociales se convierten en una herramienta para manejar su incapacidad emocional”. “Desde ese punto de vista es complejo porque llegas a asuntos de hipervigilancia digital, siempre estar al pendiente de las redes, la necesidad de competencia, de admiración. Entonces, no es un aspecto que necesariamente le va a afectar a todo el mundo, pero tenemos que saber quién es vulnerable y cómo podemos prevenir”, indicó Amezcua-Patino al programa de radio La Hora del Cafecito☕, de Conecta Arizona.
Recibido como médico en la Universidad Autónoma de Baja California (México) y con más de 34 años de trayectoria en psiquiatría de adicciones, Amezcua-Patino también se especializa en neuropsiquiatría y abuso de sustancias y tiene experiencia en lesiones cerebrales traumáticas, síndrome posconmocional, ansiedad, trastorno bipolar, TOC y depresión. Expresidente de la Junta de Revisión de Seguridad Psiquiátrica de Arizona, completó su pasantía en el Instituto Mexicano del Seguro Social en México, una pasantía en medicina familiar en la Universidad de California, Irvine, y su residencia en psiquiatría en el Centro Médico Maricopa en Phoenix, Arizona. También es profesor universitario y se dedica a la divulgación a través de su podcast The Only You.
La adicción a las redes sociales, agregó Amezcua-Patino, también genera “muchos problemas conductuales y desde el punto de vista social”, por lo que advirtió sobre las desventajas que supone olvidar que “lo que hace a una persona valiosa son sus valores, no su presencia o su físico” o su exposición en las redes sociales. “Tenemos que regresar un poco a la idea de valores más tradicionales: tu capacidad de dar, de querer, de entender, de empatía, de sentir el dolor de los demás. Los valores con los que crecimos se están perdiendo y se están llenando con ideas de avatares. Eso sí es muy problemático desde el punto de vista social”, señaló, entrevistado por la periodista Celia Ramos, de Conecta Arizona.
🎙️ Ante la llegada de Threads, la novedad y la expectativa sobre las redes sociales y la salud mental nuevamente se agudiza porque es un tema muy controversial. Por un lado, están quienes satanizan a las redes sociales como causantes de muchos de los problemas que estamos enfrentando en nuestro tiempo y hay quienes las ven como una herramienta. Ahora mismo esta conexión que estamos realizando es posible gracias a las bondades de esta tecnología. Nos encantaría conocer su perspectiva sobre cómo afectan las redes sociales a nuestra salud mental, de acuerdo a lo que usted ve en su campo de trabajo, como psiquiatra.
“Desde el punto de vista de salud mental y psiquiátrico, siempre hay consideraciones que tenemos que evaluar en cuanto a que la gente está expuesta a las redes sociales, en particular porque hay aspectos positivos y negativos. En general, cada vez que tenemos herramientas nuevas, desde la existencia del ser humano, probablemente desde cuando descubrieron la rueda y la escritura, siempre ha habido una necesidad de adaptación. El problema con las redes sociales es la velocidad de implementación: ha sido demasiado rápido y nos ha llevado a ciertas complicaciones y a ciertas ventajas. Me acuerdo cuando empezó internet y había mucho temor y ansiedad, pero al mismo tiempo mucha expectativa en cuanto a lo positivo, y lo vivimos y nos adaptamos en cierto tiempo. Lo que sucede es que el ser humano, desde el punto de vista biológico y psicológico, no se puede adaptar tan rápido; nuestra posibilidad de adaptación a un movimiento tan rápido toma tiempo. Lo vemos desde el punto de vista biológico, por ejemplo, en el desarrollo de la diabetes: el hacinamiento y la falta de movimiento de la gente ha llevado a que cree diabetes porque el cuerpo no es capaz de adaptarse a dejar de caminar. Lo mismo sucede con la conducta y el cerebro. Esa velocidad nos lleva a aspectos negativos, sobre todo a la gente vulnerable, que tiene problemas de depresión, ansiedad, enfermedad bipolar, problemas de personalidad. Las redes sociales se convierten en una herramienta para manejar su incapacidad emocional. Desde ese punto de vista es un poquito complejo porque llegas a asuntos de hipervigilancia digital, siempre estar al pendiente de las redes, la necesidad de competencia, de admiración. Entonces, no es un aspecto que necesariamente le va a afectar a todo el mundo, pero tenemos que saber quién es vulnerable y cómo podemos prevenir”.
🎙️ En este caso, ¿cómo podríamos definir quién es una persona vulnerable?
“Desde el punto de vista biológico, personas vulnerables son, por ejemplo, niños, adolescentes y adultos que en su familia tienen problemas de ansiedad, problemas de relaciones familiares, niños que han sido expuestos a situaciones de violencia doméstica, que tienen problemas de déficit de atención, de autismo. ¿Por qué? Porque ellos interpretan la información un poquito distinta y las personas que biológicamente tienen situaciones de ansiedad siempre tratan de protegerse y, como tienen tendencia a mortificarse por todo, la cantidad de información que reciben no les permite adaptarse a ella o interpretarla de una manera que no sea peligrosa. Entonces, tienes una acción, que es la red social, y una respuesta, que es a veces impulsiva de la persona”.
🎙️ Se habla mucho acerca de adicción y se utiliza la palabra específicamente cuando hablamos de redes sociales. Nos gustaría que nos aclarara si esto realmente existe y si hay un tratamiento, en caso de que fuese una condición. Tomamos en cuenta la cantidad de veces que ingresamos a nuestro teléfono, los teléfonos ahora tienen inclusive datos que nos permiten ver la cantidad de horas que pasamos en las redes sociales. ¿Considera desde su práctica profesional que esto puede considerarse una adicción?
“Sí, pero es importante definir adicción, que tiene varios componentes. Así como estar adicto a la cocaína o el alcohol, la adicción a las redes sociales requiere ciertos factores, se refiere a una necesidad excesiva de compulsivamente estar buscándolas y a las plataformas; ese es el paso número uno. El paso número dos es que empieza a provocarte angustia no tenerla, y el paso número tres es que está interfiriendo con tu vida social, o sea el trabajo, los amigos, la familia. Generalmente la persona no reconoce el hecho de que, usando excesivamente, compulsivamente, se siente ansiosa y angustiada cuando no está en las redes sociales y el hecho de que le afectan socialmente; generalmente las personas de su alrededor se dan cuenta primero. Entonces, tenemos que ayudar a las personas primero a que a que reconozcan la adicción. No se considera adicción a las redes sociales como una enfermedad mental todavía, pero hay mucha investigación porque desde el punto de vista social para la gente vulnerable, o desde el punto de vista biológico, no es diferente la reacción del cerebro a estar usando cocaína, por ejemplo, que tienes que seguir usándola porque hay ciertos niveles de dopamina que se incrementan y te dan placer y, cuando no los tienes, te empiezas a sentir angustiado. Entonces, si hay un proceso adictivo tanto desde el punto de vista conductual como biológico, tenemos que reconocerlo y desarrollar más tratamientos porque es algo bastante nuevo y el riesgo más alto para las personas vulnerables es el aislamiento. Las personas vulnerables son las que tienen mucha ansiedad, depresión, déficit de atención, que se sienten muy confortables creando una burbuja, que no son totalmente felices, pero se sienten seguras con su teléfono, su tableta y estar conectadas con internet todo el tiempo. Eso crea muchos problemas conductuales y desde el punto de vista social”.
🎙️ Cuando menciona la burbuja digital, me recuerda a un amigo que es cirujano plástico y que, en una ocasión, platicando con él me comentó que estaba enfrentando una situación donde pacientes llevaban en su teléfono una fotografía editada con filtros y con todos los arreglos que esperaban obtener después de un proceso quirúrgico estético. En un principio no me pareció tan descabellada la idea porque entendía que es una forma de establecer expectativas del paciente, de qué es lo que quiere, pero profundizando más en la conversación llegué a un punto de creer que también es posible que las personas estamos no solamente publicando en las plataformas aquello que somos, sino que estamos creando una especie de avatar con características en las que luego anhelamos convertirnos. Pero ese avatar no somos nosotros, y de repente queremos convertirnos en ese avatar que inventamos y creamos. ¿Considera que esto puede hacernos llegar a perder el sentido sobre quiénes realmente somos o causar un trastorno de personalidad?
“A la mayoría de la gente no, pero definitivamente cambia tu perspectiva sobre tu valor como ser humano. Porque generalmente las redes sociales te llevan a crear un avatar de ti mismo que está basado en lo que les redes sociales te explican que es normal Y desgraciadamente es uno de los problemas de las redes sociales, que los influencers o quienes manejan las redes sociales dan una idea de perfeccionismo que probablemente ningún ser humano puede llegar a tener, ¿no? Y ahora, con los nuevos programas de inteligencia artificial, es mucho más fácil crear ese avatar. El problema, y lo que veo en mi práctica todos los días, es que se nos ha olvidado que lo que hace a una persona valiosa son sus valores, no su presencia o su físico. Las redes sociales le dan mucho mérito a la presencia y a lo físico, pero no les dan mucho valor a los valores. Entonces, tenemos que regresar un poco a la idea de valores más tradicionales: tu capacidad de dar, de querer, de entender, de empatía, de sentir el dolor de los demás, o sea, los valores con los que crecimos se están perdiendo y se están llenando con ideas de avatares. Eso sí es muy problemático desde el punto de vista social”.
🎙️ ¿Nos estamos convirtiendo en una sociedad narcisista?
“Más que narcisista, vacía. Puedes decir que la mayoría de las personas con narcisismo serio son personas muy vacías, que necesitan una imagen. Sí ha habido un crecimiento en narcisismo, pero no necesariamente patológico, se requiere otras cosas para eso. Pero estamos cambiando nuestro concepto de valores y tenemos que regresar (a los valores tradicionales). Yo lo veo porque manejo muchos (casos de) adolescentes suicidas y en los últimos 10 años estoy viendo muchos más jóvenes muy vacíos”.
🎙️ Ahora que menciona los jóvenes, creo que en el discurso acerca de los efectos de las redes sociales los adultos nos hemos ido de golpe contra ellos, hablando de que no tienen el control del uso excesivo que realizan de las redes sociales. Sin embargo, creo que este fenómeno también se está dando en los adultos e incluso hay papás y mamás que podríamos llegar a usar el teléfono mucho más que nuestros hijos. ¿Qué efectos puede llegar a tener esto o qué causa en los niños ver que sus papás son usuarios muy activos de las redes sociales?
“El problema del distanciamiento que ocurre es la aislación cuando una persona está adicta, digamos, a las redes sociales y lo peor que le puedes hacer a un niño cuando está creciendo es ignorarlo. Los padres necesitan la capacidad de escuchar y resolver problemas y guiar, pero si estás distraído no lo puedes hacer, y los niños más vulnerables van a tener más problemas. En general, sucede que los niños y adolescentes te van a llamar la atención de una manera positiva o negativa con su conducta. Vemos mucho crecimiento de problemas de conducta en los adolescentes cuando llegan a cierta edad y no desarrollaron un valor interno como personas; entonces, hay más conflicto con los padres y con la familia. Es un problema muy serio por otras razones en nuestra cultura, sobre todo en los niños de primera generación, nacidos de padres que llegaron a Estados Unidos como inmigrantes. Es una condición social y psiquiátrica muy, muy interesante”.
🎙️ Me gustaría hablar también de este fenómeno de la sociedad que filma, por ejemplo, personas en sufrimiento o en una situación de crisis, antes que ayudar. ¿Qué nos está pasando en este tipo de situaciones?
“El ser humano, biológica y psicológicamente, está creado para sobrevivir y nos hemos movido un poco más hacia una cultura de víctima, en donde apuntamos el dedo a alguien que es responsable por lo que nos está pasando en vez de apuntar el dedo a nosotros mismos. Entonces, es importante entender que más que víctimas somos sobrevivientes y tenemos que valorar los hábitos y los factores de nuestra propia persona que nos dice que valemos. Lo que se está olvidando con todo eso es que somos personas valiosas porque somos seres humanos y expresamos buenos valores; todo lo demás es prestado”.
🎙️ ¿Cómo hacemos una buena gestión, un uso responsable de las redes sociales?
“Como en todo, es como si me dijeras cómo hacemos socialmente que la gente tome alcohol, que es una sustancia legal…”.
🎙️ O sea, no hay una píldora mágica.
“No hay píldora mágica, pero hay moderación, ¿verdad? Y eso requiere un gran nivel de disciplina personal que no le estamos dando a la gente. Tenemos que buscar maneras de crear espacios seguros para deportes, participación en cuestiones sociales, juegos, para que los jóvenes y adultos empiecen a buscar otras cosas fuera de las redes sociales, limitar el tiempo en ellas y decir ‘nada más voy a usar las redes sociales tres horas por día, por ejemplo, y cuando estén los hijos presentes’. Ese tipo de cosas son muy importantes. Yo me acuerdo que, hace unos años, hablábamos mucho de que al sentarnos a la mesa para comer nadie podía tener el teléfono. O sea, cosas de ese tipo, me he estado dando cuenta de que los padres tienen muchos problemas en disciplinar a los hijos porque están muy distraídos; cuando tratan de disciplinar para corregir en lugar de disciplinar para educar es importante también considerar”.
Queremos que Conecta Arizona sea ese lugar en donde podamos darle un espacio, un eco y amplificar tus historias.
Plumas invitadas de Conecta Arizona