Medicare ofrece servicios gratis en español para asesorar en cobertura de salud y evitar fraudes

El seguro médico Medicare, para mayores de 65 años en Estados Unidos, ofrece dos servicios gratuitos en español para sus beneficiarios: el Programa Estatal de Asistencia de Seguro Médico (SHIP, por sus siglas en inglés), que brinda asesoramiento sobre los beneficios médicos de esa cobertura de salud, y la llamada Patrulla de Medicare para las Personas de la Tercera Edad (SMP), conformada por un grupo de voluntarios que enseña cómo proteger información personal ante posibles fraudes y estafas. Así lo explicó Alfredo Alvarez, consejero de Medicare, quien precisó que ambos servicios se realizan a través del número telefónico 602.280.1059, con líneas en inglés y en español.

“Quien llama debe dejar el mensaje, su nombre y un teléfono para que desde el programa se puedan comunicar. Las llamadas nos llegan anónimas, por lo que, si no deja su número de teléfono, no podemos devolverle la llamada. Muchas personas llaman, dejan su dirección, la situación que tienen y al final no hay teléfono y no les podemos devolver la llamada”, explicó Alvarez, en declaraciones al programa de radio La Hora del Cafecito, de Conecta Arizona. Más información sobre ambos programas se puede ver aquí.

“Es prácticamente obligatorio ir a Medicare porque ese es el seguro que el país diseñó hace muchos años para las personas mayores, y cubre bastantes servicios médicos”, explicó Alvarez, y dijo que “es solamente para residentes legales permanentes y para ciudadanos, bien sea nacidos en Estados Unidos o naturalizados”. “Cuando (una persona) se aproxima a los 65 años debe empezar a averiguar sobre Medicare, porque tiene multas si se inscribe tarde. Entonces, tiene que averiguar si lo está haciendo bien, si lo está haciendo a tiempo”, especificó.

Entrevistado por Maritza L. Félix, directora y fundadora de Conecta Arizona, Alvarez se refirió especialmente a la comunidad hispana en Estados Unidos y dijo que Medicare “es un concepto nuevo sobre todo para quienes son la primera generación de latinos” que tiene ese seguro médico, aunque no lo es para quienes “ya tienen abuelos o familiares aquí en Estados Unidos que son mayores, ya que están más acostumbrados” a esa cobertura.

El asesor también señaló que no hay fecha límite para solicitar los beneficios de Medicare. “Encontré bastantes situaciones en que las personas tenían Medicare por bastante tiempo y no estaban enteradas de que había programas de ayuda como SHIP, que nos ayuda a difundir la información. Sobre todo, este año hemos recibido muchas llamadas porque la prima subió bastante, de 148.50 dólares a 170.10 dólares, y como ha incrementado el costo de vida (la inflación) a las personas les cuesta un poco más pagarla. He descubierto que personas que ya tenían Medicare por varios años califican para estos programas y no los tenían. Los ayudamos a calificar para que puedan ahorrar algo de dinero en las primas y en el costo de sus medicaciones”, sostuvo.

Programa SHIP

El programa SHIP, que tiene financiamiento federal, “puede ayudar paso a paso en todo el proceso, desde cuándo se debe iniciar la aplicación a Medicare hasta haber escogido su opción y estar inscripto en la opción correspondiente”, dijo Alvarez, y explicó que, a diferencia de un seguro regular, Medicare tiene tres partes en cuanto a los servicios de salud que ofrece: la parte A es el seguro de hospital, la parte B corresponde al seguro médico y la parte D cubre las medicaciones. Cada parte se contrata, previa aplicación, de acuerdo a la situación y necesidades de cada solicitante, sostuvo.

“El requisito para la parte A es tener un mínimo de 40 créditos acumulados, que quiere decir que si trabajó un mínimo de 10 años -no tienen que haber sido consecutivos- puede tenerla sin costo porque ya la pagó con sus contribuciones a Medicare mientras trabajaba; la parte B se compra y tiene un costo que varía todos los años, este año es 170,10 dólares por mes; y la parte D que cubre los medicamentos y puede venir en dos opciones diferentes: un plan separado (A y B por un lado, y D por otro, es decir tendría dos tarjetas) o puede venir todo en una misma tarjeta (A, B y D), que se llama planes Advantage”, explicó.

En el caso de quienes trabajan, pueden plantearse dos alternativas: que el empleador pague el seguro médico o que no lo haga, especificó Alvarez. “Si está trabajando y tiene seguro médico por parte de su empleador, no necesita aplicar ni por la parte B ni por la parte D. El consejo que damos a las personas que están trabajando y tienen seguro médico por parte del empleador es que apliquen por la parte A y luego, cuando se vayan a retirar, bien sea voluntaria o involuntariamente, porque se retiraron o porque le dieron de baja en el trabajo, entonces tienen que iniciar su proceso de inscribirse en la parte B de Medicare y en el resto del seguro médico. Pero si está trabajando y no tiene seguro médico, el seguro que tiene que utilizar es Medicare y tiene que inscribirse tres meses antes de cumplir los 65 años. El trabajar no le va a afectar para tener Medicare. El trabajar puede afectarle que usted no califica por programas de ayuda porque su ingreso es un poco más alto que para aquellas personas que tienen Medicare y solamente tienen beneficios del seguro social”, detalló.

Como Medicare es federal, su cobertura es similar en cualquier estado, aunque luego cada estado, adicionalmente, también ofrezca cobertura de salud. Por eso, ante una consulta médica, se debe informar cuál es la póliza de seguro principal y luego si se posee o no un plan adicional. “Existen programas de asistencia en Medicare. Un programa es federal, se llama Ayuda Adicional y es la ayuda con el costo de las medicaciones. El otro es por estado, es el programa de ahorro y si su ingreso está dentro de los límites usted puede calificar para que AHCCCS, el plan de salud de Medicaid en Arizona, le pague la prima de la parte B; si su ingreso es muy reducido, es posible que califique para tener dos seguros médicos, Medicare y Medicaid, y todos sus gastos están cubiertos entre los dos seguros: Medicare paga el 80 por ciento y Medicaid paga la diferencia”, explicó Alvarez.

Programa SMP

Alvarez, por otra parte, advirtió sobre los fraudes que existen alrededor de Medicare y dijo que las denuncias son atendidas e investigadas mediante el programa SMP, conocido como “La patrulla de las personas mayores”. “Usted es garante de su Medicare. Le educamos y asistimos para que aprenda a detectar los fraudes y a reportarlos. Si cree que fue víctima de un fraude, llame al mismo número de teléfono 602.280.1059, del Condado Maricopa, y va a hablar con una persona que lo ayudará a determinar si realmente es un fraude y le hará seguimiento a su situación”, explicó, en referencia a la protección de información personal, la identificación de posibles errores en las declaraciones de atención médica y fraudes como el cobro de servicios médicos que no existieron.

“Nos preocupa mucho es el fraude, porque está en todas partes: en compañías de seguros, clínicas, hospitales, doctores, agentes de Medicare. Alguien podría tratar de hacerle una trampa, para que dé su información. Vemos mucho que las personas tienden a dar su información de Medicare muy fácilmente a cualquier persona que llama. He acostumbrado a mis clientes a que sean un poquito sospechosos de cualquier cosa que les llega o llamada, que no den información hasta que no sepan con quién están hablando, que anoten la información de la persona si están llamando de una agencia o si es una llamada personal. Muchos me informan que recibieron una papeleta que quieren que la llenen con toda su información y la envíen, pero cuando manda su nombre, dirección, está a la vista de todo el mundo”, señaló Alvarez.

“No todas las personas tienen buenas intenciones y tiene que cuidarse usted mismo. Usted puede patrullar todas sus actividades y determinar si algo es fraudulento o no. Si ve en su resumen de servicios de Medicare cargos que no recuerda o que le parecen extraños, repórtelos. Es posible que sea un cargo real que usted olvidó o es posible que estén cargando adicionalmente por un tratamiento que no existe y que estén utilizando su número de Medicare. Hay que revisar todos los resúmenes de las diferentes visitas y procedimientos médicos que tiene. Le podemos dar una libretita donde puede anotar todas las citas que tuvo: con quién, cuándo, a qué hora. Porque cuando vamos haciéndonos un poco mayores nuestra memoria falla, lo cual es muy normal, y es posible que no se acuerde de algo y resulta que sí visitó a ese doctor”, concluyó.

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