“Dicen que es la sequía, la peor parte es el agua que ha sacado la mina”: Norberto Espinoza, ejidatario

En la problemática del desabasto de agua que tienen las poblaciones de Bacoachi, Cananea y Arizpe, que dependen de los ríos Bacoachi y Sonora, el señalamiento directo es para Grupo México, la empresa minera que explota y exporta diversos metales y elementos de la región oriente de Sonora.

Grupo México, con representación en varios países, es propietaria de la mina a cielo abierto Buenavista del Cobre, ubicada en la ciudad de Cananea, que se encuentra a 33.55 millas de la frontera con Naco, Arizona (por dar una referencia geográfica).

En agosto de 2014, esta empresa se convirtió en la responsable del desastre ecológico más grande en la historia de Sonora y de México, al derramar 40 mil litros cúbicos de sulfato de cobre acidulado y de otros contaminantes a los ríos Bacanuchi y Sonora, con lo que se afectó el ecosistema, la economía, la salud y la vida de -al menos- siete poblaciones y aproximadamente 22 mil habitantes.

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Han pasado diez años y la remediación no ha llegado para los pobladores de Río Sonora y, ahora, se suma un nuevo señalamiento para la empresa: amas de casa, agricultores, ganaderos, y población en general iniciaron con Grupo México una disputa por el agua de sus manos acuíferos y de los pozos, mismos que están en crisis. Secos. Afectando con ello, las actividades productivas de la región.

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En el ejido de Chinapa, perteneciente al municipio de Arizpe (98.17 millas de la frontera con Naco, Arizona), el presidente ejidal Norberto Espinoza, señaló para Conecta Arizona que él forma parte del grupo que se encuentra en la lucha por el agua, para detener las pipas designadas para llevar agua de Bacoachi (37.28 millas de la frontera) a Cananea, a la mina Buenavista del Cobre.

Explicó que Arizpe pertenece a la cuenca del Río Bacoachi y que el ejido donde radica también ha sufrido la falta de agua que se han llevado para el trabajo de la minería.

“El problema que se fueron muy abajo los niveles del agua, estamos retirados (del río Bacoachi) y se vio que se fue más abajo el nivel del agua. Ha habido años más secos que este y no se había ido tan abajo el nivel del agua. Los pozos que jamás se habían secado, ahora sí se secaron”.

Debido a esta situación, tanto él como algunas de las 130 personas del ejido que representa, forman parte de las guardias que se organizaron en un paro para evitar el paso de pipas en el punto denominado Cañón de Evans, en la Carretera 89, entre Bacoachi y Cananea; donde se cumplió con este objetivo el pasado 6 de junio.

“Dicen que es la sequía, pero no es así: una parte es la sequía, pero otra parte, la peor parte es el agua que han sacado, que estaban sacando con la mina”

Sobre este tema como problema por la falta de agua en esta región de la Sierra Madre Occidental, Grupo México aclaró, por medio de un comunicado, que el factor que tiene a estas poblaciones sin agua es la sequía y no la empresa.

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Espinoza señaló que han tenido dificultades para contar con agua para la actividad agrícola y ganadera de la que viven en estas poblaciones: “Ahorita, gracias a que está lloviendo un poquito, pues medio medio (han salido adelante); pero de todas maneras los mantos de abajo siguen en el mismo nivel, no han subido nada. El agua superficial sí se ve que corre, pero los pozos que están profundos están iguales. No se ha recuperado nada”.

¿Se han visto en la necesidad de acarrear agua de otro lugar?

Aquí en la región hay pozos que sí tienen agua, muy honda, pero sí tienen; pero no se puede comparar a otros años, que no habíamos tenido que sacar el agua de tan hondo.

¿Qué le comentan a usted las personas que se ven afectadas por esta situación?

Pues lo que comentan es que debemos de seguir en la lucha que tenemos ahorita, de seguir parando las pipas, que seguir maniando la extracción de agua que tiene la compañía allá.

¿Cuál es su mensaje para las personas que no tienen agua, pero que no se acercan o que tienen temor de manifestarse?

Ya hemos invitado a otros dirigentes para que nos apoyen, tendremos una reunión ejidal para que se sepan bien, hay muchos que no saben bien cómo está el rollo. Se les tiene que explicar con más claridad las cosas. Que sepan bien cómo están saqueando el agua, en qué forma… no le decimos saqueo, el robo del agua, nosotros lo entendemos así.

Cuando empezaron no decíamos nada, eran 13 pipas nada más. Pero de 13 se fue a 85, eran muchísimas y por eso nos pusimos en acción y hasta la fecha hemos tenido éxito porque no nos ha pasado ninguna pipa.

No hay que aflojar, hay que seguir a ver qué resolución se le da a esto, porque es muy triste.

Ni a fuerza van a pasar, hasta ahorita hemos estado favorecidos de que no nos han mandado una ley muy fuerte a quitarnos (se refiere a patrullas), porque ni nos la mandan algo va pasar porque somos muchos.

En el mes de junio ocurrió que en el paro pacífico del Cañón de Evans sólo había ocho personas en la guardia de día cuando llegaron ocho patrullas estatales; en una entrevista previa, la activista Micaela Vera comentó que se acercaron a intimidar para que deshicieran el paro; no obstante, por medio de llamadas y mensajes a los integrantes de este movimiento en defensa del agua, lograron reunirse más de 130 en menos de una hora. Es lo que el presidente ejidal de Chinapa se refiere con que ya les ha llegado “la ley”.

Había ocho carros de estatales y otros que andaban rolando; luego triplicamos la gente de ellos, éramos muchos… y ya divisamos las pipas que iban bajando para el cañón, allí donde estábamos, pues, ya la gente se puso en alerta, se paró, en pacífico, sin garrotes, sin piedras, sin armas, y nada, nosotros nunca hemos usado eso, y sí, estuvo tranquila, no hubo nada, nomás que no pasaron las pipas, porque el gobierno sí quería pasarlas, dijo sí o sí, fue la palabra que utilizó el gobierno, van a pasar las pipas; pues, se equivocó, porque sí pasaron para abajo, pero para arriba no pasaron. No pasaron.

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Tenemos que luchar porque todos dependemos del agua: Leoncio Félix, panadero

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En Unámichi, localidad del municipio de Bacoachi (a 83.88 millas de la frontera con Estados Unidos, ubicándose en Naco, Arizona), Leoncio Félix se dedica al oficio de la panadería en un negocio familiar.

El problema deriva en la falta de agua, a mí también me afecta porque todos dependemos del agua, como a la gente que siembra ajos: yo vendo pan y cuando no hay agua, no hay siembra. No hay nada.

¿Cómo se abastece de agua? ¿También la transporta, paga por ella?

Sí, de gasolina y traslado.

Leoncio también forma parte de las personas que se manifiestan y vigila, desde el paro pacífico en el Cañón de Evans, para que Grupo México no se lleve el agua de consumo humano al trabajo que se realiza en la mina Buenavista del Cobre, ubicada en Cananea.

Su deseo es que esta problemática, que involucra a Grupo México y a la mina Buenavista del Cobre llegue a oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Que nos ayude, porque el agua se va agotar y necesitamos ayuda, la verdad. Le pedimos a la compañía minera que regularice la situación del desabasto. El presidente podría dar instrucciones porque estamos rodeados de presas, ahí está la presa de La Angostura. Para otras partes meten tuberías, ¿por qué de ahí para acá no?”.

La presa Lázaro Cárdenas, conocida popularmente como La Angostura está en el municipio de Nacozari de García, Sonora, a 48.59 millas de Bacoachi; se alimenta de la cuenca del Río Bavispe y fue construida entre 1936 y 1942.

“La falta de agua nos afecta a todos, que la gente no tenga miedo, esto no es político, es por un recurso natural que se ocupa para todo”, concluyó.

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