El México que se fue y el país que nos dejan

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia del México reciente porque más de 30 millones de ciudadanos pusieron la esperanza en un candidato que se convirtió en presidente y que, según los resultados, no fue lo que se esperaba.

Las notas periodísticas, los números de su propio gobierno y los testimonios de aquellos que reclaman lo prometido son la muestra del fallido sexenio de Morena. En su mayoría, reclaman seguridad y mejoras en salud.

El México que se fue es aquel donde había un pensar más libre, menos dividido y con la esperanza de que cada uno de sus ciudadanos sea autosuficiente para alcanzar sus propósitos y metas, en la búsqueda del real bienestar.

En cambio, hoy, la transformación ha servido para atacar a instituciones -al amparo de señalamientos no fundamentados- con denuncias, lo que ha llevado a perder obras que, además de su gran costo, al día de hoy no existen, lo que nos permite ver el error de su cancelación.

Por mencionar algunos ejemplos, el Aeropuerto Felipe Ángeles no ha generado lo prometido al no ser atractivo para nadie, lo que ha llevado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a operar al límite y con problemas que se han agudizado, como la falta de mantenimiento por no contar con recursos.

Según Diana Olivares, presidenta de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), en entrevista con El Sol de México, el TUA (Tarifa de Uso Aeroportuario) se ha destinado a pagar la deuda que ha generado la cancelación de la terminal de Texcoco, que asciende a 4 mil 200 millones de dólares.

Cuando hablamos del México que se fue, es imposible no tocar el tema de la salud, que ha llevado a estar en el ojo público al gobierno mexicano por la forma en que se enfrentó la pandemia por Covid-19. El Informe de la Comisión Independiente de Investigación demostró que los resultados fueron catastróficos.

Una de las promesas de campaña fue lograr un sistema de salud “como el de Dinamarca”, algo que hoy parece un mal chiste porque no se ha mejorado la infraestructura médica, la falta de medicinas persiste y, además, el porcentaje de esquemas de vacunación aplicados ha disminuido, según un articulo publicado por Animal Político.

Así, pudiéramos escribir un libro con los daños directos o indirectos que ha causado la corrupción. Y, aunque AMLO ha declarado ya no existe en su gobierno, los resultados -documentados por los diferentes medios de comunicación- nos muestran que hoy pudiera estar incrustada más que nunca.

El México que nos deja es un país dividido, con grandes retos y cada vez más controlado por el gobierno con programas sociales que pareciera que están encaminados a controlar el pensamiento crítico.

Los seis años del tabasqueño serán recordados en el México que nos dejan por los ataques diarios a los medios de comunicación. Parece que lo que representaba para muchos “el cuarto poder” fue disminuido y en la memoria colectiva está ahora la idea “¿y cuánto gana Loret?”.

Aun cuando las encuestas indican que a México le esperan seis años más del partido que “abrazó” criminales, que revivió personajes marcados con el viejo PRI, ese que tanto daño le hizo al país; aunque parece que al cruzar la línea y vestirse de guinda todo les fue perdonado, nada está escrito. Lo que sí, tenemos la primera Presidenta de México.

El país que nos dejan es uno de grandes desafíos, económicos, eléctricos, diplomáticos, de salud, seguridad y de una necesidad de transformar el pensamiento, por uno en el que tus aspiraciones te lleven a ser un mejor ciudadano, un mejor mexicano, que busque el bienestar colectivo, a través del bienestar personal.

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