“La naloxona es un medicamento seguro y no adictivo que sirve para revertir la sobredosis por opioides”, señala el doctor Manuel Cano, de Arizona State University (ASU)

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Manuel Cano, médico en Arizona State University (ASU), especialista en estudios de adicciones y usos de sustancias (Foto: cortesía ASU Media Enterprise).

➡️ Este contenido es parte de Conecta Arizona Salud, en colaboración con Doing Well de Arizona State University (ASU). 

➡️ Entrevistas en videos: Mia Armstrong-López, Arizona State University (ASU).

En Estados Unidos, desde 2000, se produjeron aproximadamente un millón de muertes por sobredosis, afirmó el doctor Manuel Cano, profesor de trabajo social en Arizona State University (ASU) que estudia adicciones y uso de sustancias, quien por eso además consideró que existe “una tragedia de vidas perdidas” y “una crisis de opioides” con implicaciones para la comunidad.

Arte: Daniel Robles.

Entrevistado por ASU Media Enterprise, el doctor Cano explicó cómo actuar ante un caso de sobredosis por opioides y, en particular, qué es la naloxona y cómo usar este medicamento, que puede ayudar a salvar vidas: “La naloxona es un medicamento seguro y no adictivo que sirve para revertir la sobredosis por opioides, ayuda a que la persona vuelva a respirar con normalidad. La naloxona se administra mediante una inyección o un spray nasal: el spray nasal se llama Narcan y se puede comprar sin receta en la farmacia o por internet; en Arizona, hay organizaciones comunitarias que reparten Narcan de manera gratuita. Un familiar, un amigo, cualquier persona puede administrar Narcan a quien tenga una sobredosis por opioides, es decir, no se necesita ser un profesional médico para administrar Narcan; es muy fácil de usar. Después de administrar Narcan, aún es necesario llamar al 911 y quedarse con la persona hasta que llegue el personal médico. Entre las señales más comunes por sobredosis de opioides está que la persona está inconsciente, que respira lenta o superficialmente, a veces la respiración suena como si estuviera ahogándose o se escucha un burbujeo; muchas personas parecen estar roncando, pero no despiertan o no responden a estímulos. Otras personas pierden coloración en sus uñas o labios y sus pupilas se ven muy, muy pequeñas”.

Además, el doctor Cano analizó qué es una sobredosis y por qué puede afectar a todas las personas, más allá de que consuman o no drogas, y por qué incluso se puede sufrir una sobredosis al usar medicamentos recetados, al combinarlos entre sí o con el uso de opioides, aunque éstos hayan sido recetados luego de una cirugía o lesión, por ejemplo: “Una sobredosis es algo que le podría pasar prácticamente a cualquiera, no sólo a quien consume drogas o sustancias regularmente. Por ejemplo, a muchas personas les recetan opioides después de una cirugía o lesión, y usar opioides aun cuando son recetados puede provocar una sobredosis. Así mismo, alguien podría sufrir una sobredosis involuntaria con otros tipos de medicamentos recetados, como las benzodiacepinas o los antidepresivos, o al combinar medicamentos entre sí, o al combinarlos con el alcohol. Además, existen muchas pastillas falsificadas que se ven iguales que medicamentos de receta, pero en realidad contienen sustancias muy potentes y peligrosas, como el fentanilo. Por ejemplo, a alguien con dolor de cabeza o de espalda le pueden ofrecer una pastilla que parece ser auténtica, aunque no lo es; o un estudiante puede recibir de un amigo una pastilla que parece ser real, pero lleva fentanilo. Estos son sólo algunos casos de cómo una sobredosis le puede pasar a cualquier persona que no consume drogas regularmente”.

Finalmente, el doctor Cano enumeró preguntas que cada paciente puede realizar a su médico si le receta un opioide: cómo usar este medicamento de manera segura y en qué dosis, y cómo identificar si la persona está teniendo un efecto secundario: “Cuando vamos a ver al médico es muy probable que recibamos mucha información, pero es importante que nos quede claro cómo usar el medicamento de manera segura. Por ejemplo, tomar las pastillas enteras sin tener que triturarlas o disolverlas. También que uno le pregunte al médico por cuánto tiempo se debe tomar la medicina, la dosis exacta que uno debe tomar y en qué horario, si se debe tomar con o sin alimentos. También es importante preguntarle al médico cómo identificar si uno está teniendo un efecto secundario que es normal o raro al tomar la medicina y en qué situación uno tendría que ir a la sala de emergencias. Hay que decirle al médico qué otros medicamentos tomamos para saber qué medicamentos o sustancias como el alcohol no deben mezclarse con los opioides. Es importante preguntar dónde se tiene que guardar la medicina; los opioides, por ejemplo, ¿a qué temperatura? Pero también cómo mantenerlos lejos de otras personas, como los niños. Finalmente, tomar opioides puede causar adicción. Si usted así lo desea, pregúntele al médico si habría alternativas a los opioides que le pueda recomendar”.

Arte: Daniel Robles.

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