El sábado 22 de abril el Grupo Comienzo, de Alcohólicos Anónimos, celebrará en Phoenix sus 30 años con una jornada de información y prevención del alcoholismo destinada a la comunidad hispana de Arizona. Será en Golden Gate (1625 N 31th Avenue), donde se realizará una junta de información (de 3 pm a 5 pm) y habrá comida y baile hasta las 12 de la noche, con música en vivo, explicaron representantes del Grupo Comienzo.
En la junta de información se hablará sobre cuáles son las características de las personas alcohólicas, las formas en que se manifiesta la enfermedad y cómo iniciar el proceso de recuperación, entre otros temas relacionados con el alcoholismo, que puede manifestarse en distintas circunstancias, desde accidentes de tránsito hasta violencia doméstica, explicaron los referentes de Alcohólicos Anónimos de Arizona.
“Invitamos a todo el público que tenga preguntas. A lo mejor una persona no tiene el problema del alcoholismo, pero puede conocer a alguien que tiene problemas por tomar, que ya fue arrestado por la policía, que ya no tiene familia, que perdió contacto con sus propios amigos, o que se tuvo que fugar de un estado a otro pensando que tal vez esa era la solución”, indicaron.
En declaraciones a La Hora del Cafecito☕, el show radial de Conecta Arizona, los representantes del Grupo Comienzo (cuyos nombres se mantienen en el anonimato) precisaron que la institución tiene 50 grupos en Arizona, 45 de ellos en Phoenix y los demás en Tucson. “Hemos visto que nuestra comunidad hispana muchas veces no sabe (la existencia de los grupos)”, dijeron.
A continuación, sus testimonios como integrantes de Alcohólicos Anónimos de Arizona:
➡️ Testimonio 1
“Conocí Alcohólicos Anónimos a los 22 años: el alcoholismo no respeta la edad, ni si estás joven o viejo, rico o pobre. A esa edad tuve un incidente con mi familia, los golpeé, la verdad no me acuerdo. Entonces ellos tomaron la decisión de encerrarme en un centro de rehabilitación, y ahí me di cuenta de que no es tanto lo que tomes o lo que ingieras sino que el momento en que el alcohol entra a tu sistema cambia tu perspectiva de vida. O sea, ya no eres el mismo y a veces en esas lagunas mentales puedes cometer un incidente como el que yo cometí. Gracias a eso mi familia me encerró en ese lugar y pude darme cuenta de que yo también tenía ese problema. En junio voy a cumplir 20 años en Alcohólicos Anónimos, es algo que me ha cambiado la vida”.
➡️ Testimonio 2
“Soy de México, donde -más que nada en el norte del país- en cada fiesta se acostumbra a tomar una cervecita, alcohol, tequila; es algo normal. Yo estudié en la universidad, donde terminé un año de contador público, y a los 19 años iba a fiestas, conocía a personas. Cuando vine a Estados Unidos, al no vivir con mis papás, empecé a sentir libertad. En Arizona vi que la cultura es muy diferente (a la de México). Tengo tres DUI (Driving Under Influence): el primero fue un misdemeanor, el segundo una felonía clase 6 y, el último, una felonía clase 4. Me dieron de 3 a 5 años en prisión porque choqué, fue aumentando (la gravedad de la pena)”.
“Yo era de las personas que nomás tomaba los fines de semana. Me gustaba ir a las fiestas, estar en las carnes asadas. Empecé a darme cuenta de que tenía un problema cuando se acababan las fiestas y yo todavía quería seguir tomando. Me cerraban las tiendas donde venden (alcohol); como en México se acostumbra ir a lugares donde después de las horas te venden yo buscaba acá en Arizona. Tengo recuerdos de cuando en México iba con mi padre, nos paraba la Policía y él con dinero la sobornaba y nos íbamos. Pensé que acá se hacía lo mismo y me di cuenta que no”.
“Pasó el tiempo y me empecé a meter en ese tipo de problemas. Al principio no choqué, no iba demasiado borracho, simplemente iba tomado, con 3, 4 cervezas rumbo para mi casa después de una carne asada. Yo le llamaba mala suerte, cosas del destino. Pero el estado de Arizona está conectado, tanto la Policía con (la División) Vehículos Motorizados (del Departamento de Transporte de Arizona), que se contactan con diversas entidades, porque después que cometes tus delitos no te dejan rentar un apartamento si tienes una felonía. Me empecé a dar cuenta que es diferente aquí, por el cambio de cultura”.
“Conocí Alcohólicos Anónimos por primera vez también a los 21, 22 años, porque me mandó las Cortes. Un alcohólico es aquella persona que perdió el control con su manera de tomar. O sea, si está haciendo calor, tomas unas cervecitas, y si está haciendo frío, un tequilita, pero siempre el alcohol está en tu vida. Cuando empiezas a perder trabajos, a perder la familia, a caer a las cárceles, pues te das cuenta que estás teniendo un problema. Tengo un trabajo ahorita y una familia, pero si haces un análisis te das cuenta que te han corrido de los trabajos por no llegar los lunes a trabajar, has perdido novias porque preferiste mejor irte a lugares donde se estaba tomando y no atender a tu familia. Llega un momento en que tomas descontroladamente, no sabes ni por qué, no tienes idea de por qué bebes de la manera que bebes”.
“Trato de no asistir a los lugares donde hay bailes, quinceañeras, bodas. Hay distintas maneras con las que me entretengo y me divierto: ya no me enfoco tanto en ir a un baile, ahora prefiero ir con mi familia al cine un sábado a la noche. Si puedo ir a un lugar y mis hijos pueden ir conmigo, voy. Antes no era así: los llevaba a una fiesta, al rato mi familia me decía ‘ya es hora de irnos’ pero yo me quedaba. Ahí empecé a darme cuenta de que tenía problemas. Así que hoy en día trato de evitar esos lugares. No me privo, porque en mi propia familia a veces hacen fiestas y voy, pero cuando veo que hay una barrera que se pasa y que ya están un poco tomados, que empieza a salir el comportamiento diferente, digo que ya es hora de irme. Estoy con ellos hasta las 10, 11 de la noche, pero ya no me quedo hasta las 2, 3 de la mañana”.
“No me considero una persona aburrida, porque hay muchas cosas con las que me entretengo y no necesito un trago de cerveza. Acabo de ir al estadio de béisbol, miré el partido. La obsesión por tomar hace mucho tiempo que se me fue; no supe ni cuándo ni cómo, pero se fue. Me la arrancaron de la cabeza, no supe cómo. Afortunadamente, hoy puedo disfrutar un partido de básquetbol, de fútbol, de béisbol, lo que sea, sin necesidad de tomar una gota de alcohol. Mi papá vino del norte de Sonora, tengo una relación excelente; tengo mis hijos aquí”.
“Gracias a Dios te puedo decir que ahora es diferente. Ya no tengo miedo si un policía se para detrás de mí; voy conduciendo, sé que estoy bien y que voy a llegar al destino. Manejo los sábados a la noche aquí en Phoenix y en el horario de las 12 de la noche, 2 de la mañana hay muchos policías, pero yo me siento libre, veo cómo paran a las demás personas, les hacen el examen; recuerdo cuando yo era requerido para ese tipo de exámenes. Hoy en día simplemente agradezco a Dios que me haya librado de esa obsesión y que me siento un hombre libre”.
Queremos que Conecta Arizona sea ese lugar en donde podamos darle un espacio, un eco y amplificar tus historias.
Plumas invitadas de Conecta Arizona