El papado y el medio ambiente

➡️ Por Javier Esquer Peralta / Plumas Invitadas

En el marco de la conmemoración del décimo aniversario de la encíclica “Laudato Si’ – sobre el cuidado de la casa común” del Papa Francisco, hace unos días se llevó a cabo el “Congreso de las Universidades Iberoamericanas: A 10 años de Laudato Si’, Preparatorio para la COP30: Deuda Ecológica y Esperanza Pública”, en la ciudad de Rio de Janeiro.

Por tal motivo, el recién electo papa León XIV brindó un mensaje a los participantes de dicho evento alentándolos a hacer un buen papel al revisar la relación entre de la deuda pública y la deuda ecológica. También hace un llamado a los rectores a ser constructores de puentes de integración entre las américas y la península Ibérica trabajando por una justicia ecológica, social y ambiental.

Ahora que se acerca la jornada por el Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, es interesante ver cómo en las últimas décadas, los sumos pontífices de la Iglesia Católica han hecho cada vez más énfasis en que los aspectos espirituales se ven de alguna forma reflejados en el mundo biofísico y en nuestra relación con los demás, a quienes llamamos el prójimo.

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Por ejemplo, en el Catecismo de la Iglesia Católica de 1992, aprobada por San Juan Pablo II, se menciona que “la interdependencia de las criaturas es querida por Dios. El sol y la luna, el cedro y la florecilla, el águila y el gorrión: las innumerables diversidades y desigualdades significan que ninguna criatura se basta a sí misma, que no existen sino en dependencia unas de otras, para complementarse y servirse mutuamente.”

Más tarde, Benedicto XVI mencionó en su Carta Encíclica “Caritas in Veritate” del 2009 que “la protección del entorno, de los recursos y del clima requiere que todos los responsables internacionales actúen conjuntamente y demuestren prontitud para obrar de buena fe, en el respeto de la ley y la solidaridad con las regiones más débiles del planeta.” En esta encíclica se hace énfasis en cómo la guerra y el uso desmedido de los recursos faltan a la caridad al dejar a las poblaciones más vulnerables a merced de las consecuencias de las decisiones tomadas por autoridades, corporativos y grandes potencias.

Volviendo a la Encíclica “Laudato Si”, a pesar de que ciertos grupos, incluso dentro de la Iglesia Católica, son escépticos de las contribuciones de las actividades del ser humano al fenómeno del cambio climático, y considerando que el Papa Francisco contaba con estudios de química, en ella se menciona de forma explícita al cambio climático y su relación con la contaminación ambiental. Por ejemplo, en el apartado 12 se suscribe que “hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. […] La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan.”

Existen más documentos que los aquí citados, que hacen referencia, no sólo de la Iglesia Católica, sino de otras iglesias cristianas, e incluso de otras religiones. Para transitar hacia un desarrollo sustentable, o sostenible, existen unas posturas muy duras y radicales, y otras más armónicas con las dinámicas sociales. En este mundo tan polarizado y dividido, y, a pesar de las diferencias, necesitamos buscar aquellos factores o elementos que permita la unión y solidaridad con miras a mejorar nuestro entorno.

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En conclusión, el cuidado del medio ambiente y el impulso del bienestar social son aspectos importantísimos que deben permear las creencias y culturas; y que las distintas religiones, a través de sus líderes, pueden representar una excelente plataforma para diseminar un mayor respeto por la naturaleza, fomentando acciones más integrales que mejoren las condiciones mismas del entorno, y, por ende, la calidad de vida de la sociedad, no sólo en lo material, sino en lo emocional y espiritual.

“Las distintas criaturas, queridas en su ser propio, reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios. Por esto, el hombre debe respetar la bondad propia de cada criatura para evitar un uso desordenado de las cosas, que desprecie al Creador y acarree consecuencias nefastas para los hombres y para su ambiente.” ~ Catecismo de la Iglesia Católica – Apartado 339

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Fuentes:
Biblia Latinoamericana.
Carta Encíclica Caritas in Veritate. Papa Benedicto XVI, 29 de Junio del 2009.
Carta Encíclica Laudato Si’. Papa Francisco, 24 de mayo del 2015.
Catecismo de la Iglesia Católica. Papa San Juan Pablo II, 15 de Agosto de 1997.
Congreso de las universidades iberoamericanas: A 10 años de Laudato Si’. 20 al 24 mayo del 2025.
Mensagem do Papa Leão XIV | Congresso de Universidades Ibero-Americanas. 20 de mayo del 2025.

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