“Si se inicia un plan nutricional, que sea para mejorar la relación con la comida y no solo para bajar de peso”

¿En qué consiste la gordofobia y cuáles son las expresiones que, consciente o inconscientemente, se refieren a ella como una forma de discriminación y violencia psicológica? ¿Las dietas solo deberían iniciarse para bajar de peso o para establecer otro tipo de relación con las comidas y el cuerpo? ¿Cómo influyen las emociones en las conductas alimentarias? ¿Qué son los trastornos alimenticios bulimia, anorexia y atracón, y cómo se manifiestan? ¿La gordofobia existe también en los sistemas públicos de salud?

Todas estas preguntas respondió la nutrióloga mexicana María José Bermúdez (@nutriologaemocional en Instagram y Facebook), que además estudia psicología y desarrolla su proyecto Nutrición Emocional, donde analiza el vínculo que existe entre la alimentación y las emociones de una persona. Entrevistada para el podcast Comadres al Aire, su testimonio fue compartido en el show radial La Hora del Cafecito☕, de Conecta Arizona, con la conducción de Maritza L. Félix.

María José Bermúdez, experta mexicana en la relación que existe entre la nutrición y las emociones.

La directora de Conecta Arizona también presentó en el programa de radio su análisis del tema a partir de la polémica que se generó con la actuación de la cantante Rihanna en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LVII, desde que se advirtió que -el pasado domingo en Glendale, Arizona- subió al escenario embarazada, hecho que generó comentarios, críticas y diversas interpretaciones.

️🎙️ Con Conecta Arizona en la rueda de prensa de Rihanna en Phoenix, días antes de la final del Super Bowl, como periodista la vi con un cuerpo posparto; se le veía una pancita que se cubría con una chamarra, pero una pancita normal. ¿Quién soy yo para juzgar su cuerpo? Todos hemos juzgado el cuerpo de alguien alguna vez y nos declaramos culpables, pero empezaron a criticarla antes en realidad que se le note la panza de embarazo en el Super Bowl de que si estaba en el espectáculo del medio tiempo por qué no cuidaba más su cuerpo, porque estamos acostumbrados a una figura estética que hemos vendido los medios de comunicación. Por eso me di cuenta que la gordofobia la tenemos tan integrada en nuestro cuerpo, en nuestra mente, que no nos damos cuenta que estamos siendo gordofóbicos. Por ejemplo, cuando vamos a un gimnasio y vemos a personas obesas hacer ejercicio, las empezamos a juzgar. Pero la gordofobia también existe, irónicamente, en el sistema de salud.

“Como profesionales de salud, sobre todo en nutrición, hay muchísima gordofobia a partir de muchos de mis colegas, sobre todo en el área médica en los sistemas de salud. Y claro, porque la gente gorda ‘sale cara’, porque a la gente gorda hay que invertirle; claro que hay muchas cosas políticas al respecto, y ese es otro tema. Pero ahorita, en este momento, es una revolución. Vamos a ver gente gorda, sí; que van a estar activos en nuestra sociedad, sí; que son personas que están buscando su equilibrio en esta vida, sí; que muy posiblemente están sanando cosas en terapia y en sus actividades, reconectándose con sus cuerpos, sí. Va a tomar años, muy posiblemente. No sé si el objetivo final (de estas personas) es que sean flacas, no lo puedo decir, pero sí sé que el objetivo final es que haya salud, y que esa salud se presente en todas las tallas. Pero al final esa va a ser una decisión que esa persona va a decidir, no la sociedad”.

️🎙️ ¡Qué importante que venga en todas las tallas la salud, porque es cierto! Recuerdo que cuando estábamos más jovencitas teníamos que ser talla extra-pequeña, porque si no nos sentíamos gordas. Ahora lo hemos empezado a normalizar un poquito más. Cuando estábamos grabando este episodio “La belleza” del podcast Comadres Al Aire, hablamos con otras personas mucho más curvilíneas que nos dieron a entender que estaban bien con sus curvas, que se hacían exámenes de sangre por ejemplo y salían perfectos, que estaban bien con los niveles de colesterol y triglicéridos, pero que en lo que no estaban bien era a la hora de pensar qué es lo que se llevan a la boca, porque la nutrición está directamente relacionada con nuestras emociones: comemos por hambre, por antojo.

“Me di cuenta de que los pacientes que tenían un equilibrio en otras áreas de su vida podían también apegarse a una forma más satisfactoria al menú. Y cuando no tenían ese equilibrio, o sea cuando había otras situaciones en sus vidas, si estaban agobiados o traían cargas muy pesadas de lo que sea (familiares, laborales o incluso hasta con ellos mismos, porque todos experimentamos de repente esas crisis existenciales con nosotros mismos sobre qué sigue en la vida), entonces la nutrición, el plan de alimentación no cubre todo eso. De ahí salió Nutrición Emocional. Fue conectar con eso, ir hasta la raíz, saber por qué estaban queriendo bajar de peso, si era realmente la parte importante o estaban queriendo bajar de peso porque no querían ver más allá de sí mismas. Gracias a mis alimentos yo existo, gracias a lo que ingiero estoy en este mundo. Entonces, cuando no unimos esto y estamos solamente enfocados en que gracias a los alimentos puedo controlar el cómo me veo, creo que ahí es donde podemos empezar a trabajar. Si van a volver a iniciar un plan de alimentación, que siempre sea con la perspectiva de mejorar su relación con la comida y no solamente con la parte de bajar de peso. Sería algo hermoso que pudiéramos deconstruir la nutrición desde un ‘bajar de peso’ o desde un ‘subir músculo’. Al final de cuentas, creo que todos tenemos esa capacidad de bajar de peso. Podemos equilibrar otras áreas de nuestra vida y nuestro cuerpo va a responder; nuestro cuerpo es hermoso equilibrando muchas áreas de nuestra vida, no solamente la alimentación”.

️🎙️ Y es que tenemos que pensar que la gordofobia es una opresión, ocupa todos los espacios, la vivimos las 24 horas del día. Las personas gordas la sufren los siete días de la semana en la casa, la calle, la escuela, el trabajo, en todos lados. La gordofobia en realidad es una forma de violencia social que pone a las personas con sobrepeso y obesidad en un lugar de vulnerabilidad. Hemos considerado por mucho tiempo que los cuerpos gordos no son sanos, que son incapaces, descuidados, propicios para fomentar estigmas, que no son sexuales, que a lo mejor son graciosos pero no amorosos, y tenemos que empezar a cambiar eso, a reconstruir. No estamos diciendo que estamos fomentando hábitos y conductas que no sean saludables, pero estamos poniendo la lupa o el reflector a un problema social, porque después de tanto acoso que reciben las personas gordas empiezan a tener trastornos alimenticios.

“Cuando afrontamos cosas a través de nuestro sistema de recompensas, lo hacemos de una forma inmediata: placer, mediante la comida, sin mediar. Tiene que ver con la excesiva estimulación del sentido del gusto. Es vital que podamos pensar qué otros sentidos puedo explorar para afrontar lo que siento. ¿Esta emoción que siento, este miedo, tristeza, enojo o este día sombrío lo seguiré afrontando solamente con mi sentido del gusto o podré experimentar y ver un poquito más allá y conectar con otro de mis sentidos? Es algo muy importante. Ningún paciente comienza (el día) con la idea de ‘hoy voy a vomitar porque me siento mal’, o ‘hoy voy a dejar de comer un mes porque me quiero ver mejor’. No, no empiezan así. Es de forma muy sutil y hay un bombardeo de información, que viene siempre de las personas que tienen mayor influencia. Por estos estereotipos de belleza, las mujeres somos las que tenemos más riesgo de padecer un trastorno de conducta de la alimentación: los tres más conocidos son bulimia, anorexia nerviosa y trastorno por atracón”.

️🎙️ ¿En qué consisten cada uno de estos trastornos de alimentación?

“Bulimia es no saber qué hacer con mis emociones, o sea estoy sintiendo demasiada felicidad, demasiado miedo o demasiada tristeza y no sé qué hacer con eso, por lo tanto lo elimino, necesito esa sensación de paz o tranquilidad a través del vómito. En el caso de la anorexia, lo que me ha tocado ver en consultas son pacientes que buscan protección, que a lo mejor no pueden decidir en otras áreas de su vida y solamente pueden tener la decisión con respecto a su comida, así que comienzan a hacer cambios drásticos en cuestión de decisiones, porque al final la anorexia comienza por muchas decisiones. Ningún trastorno, vuelvo a decir, es algo previamente pensado, claro que no. De hecho, es muy difícil aceptarlo: en la consulta, cuando llenas todas las características de ese trastorno, es muy difícil aceptar que eres bulímica o anoréxica. Es muy duro, pero ese es el primer paso para poder salir de ahí. Y el último trastorno, que considero que es el trastorno socialmente aceptado, es atracón: si tenemos ganas de algo, decimos ‘vamos a comer todo eso y nos atracamos un rato’, bien a gusto. Es muy normal la forma en la que vemos al atracón. Te puedes juntar entre cinco personas y todas se pueden atracar de todo y nadie dice nada, y es un trastorno. Es algo que normalmente se hace a la vista de muchas personas y, a diferencia de los otros trastornos, no es como que digamos ‘qué onda, ¿vamos a ir a vomitar todas juntas?’ Claro que no”.

️🎙️ Es que como actuamos, como percibimos, como decimos y como nos hablamos a nosotros mismos tiene consecuencias. El tema de la gordofobia da mucho más de qué hablar: en el episodio “La belleza”, del podcast Comadres al Aire, hablamos de la belleza de las curvas, de los rollitos, que cuando nos sentamos no tenemos un cuerpo perfecto, tenemos cuerpos normales, flácidos, más grandes, y que está bien tenerlos así, que no tiene nada de malo ser normal. Quisiera dar algunos ejemplos de gordofobia que a lo mejor te han pasado desapercibidos, que son ideas que tenemos bien incrustadas en nuestra mente:

La gordura es una enfermedad.

La opinión de una persona gorda debe ser validada por una persona más delgada.

El bombardeo mediático sobre dietas, cremas adelgazantes que te dicen que tienes kilos de más, que deberías hacerte la ‘operación bikini’.

La ropa de talla grande que puede ser mucho más cara y generalmente es oscura y tapa mucho el cuerpo para disimular las imperfecciones que tenemos.

Dar por hecho que si alguien está con una persona gorda es porque no ha podido conseguir a alguien mejor.

Cuando pierdes mucho peso te dicen ‘qué bien te ves, por fin’, es decir antes no pero ahorita sí.

La gente gorda solamente hace deporte para adelgazar.

La gente gorda que va sentada en un transporte público debería comprar dos asientos.

La gente gorda es como esos ositos de peluche que vamos cargando por todos lados y que tiene que ser simpática porque le falta belleza.

Tenemos muchas actitudes que son gordófobas, que traemos programadas en un chip quizás cultural, quizás genético, y que por fin estamos desnudando. ¿Has sentido alguna de ellas? Solo siendo conscientes de lo que hemos hecho mal creo que podemos cambiar.


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