A días de haberse iniciado la Cuaresma, el período litúrgico de la tradición católica que comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza con la celebración de la Pascua, la celebración durante este año tiene “características especiales” porque se vive con el regreso a la presencialidad de los fieles, luego de dos años de prácticas religiosas virtuales debido a la pandemia, que además ha impactado en la fe de la comunidad hispana en Arizona, mayormente católica.
Así lo afirmó el sacerdote Edgardo Iriarte, de la parroquia St. Mary’s en Chandler, Arizona, quien puso énfasis no solo en la cantidad de gente que participó en forma presencial en las celebraciones del Miércoles de Ceniza, el 2 de marzo, sino también en que la Cuaresma de este año recibe a un individuo que ha podido reflexionar especialmente sobre su fe luego de dos años de atravesar dificultades a causa de la pandemia, que aún no ha terminado, por otra parte.
En declaraciones al programa de radio La Hora del Cafecito☕, de Conecta Arizona, el sacerdote dijo que el paso por la pandemia en 2020 y en 2021 “exige el cambio de nuestro corazón” en la actualidad. “La pandemia nos puso en un estado de reflexión profundo y nos hizo darnos cuenta de que nuestra muerte podía ser en cualquier momento y lugar. Nos dimos cuenta que la vida es un regalo maravilloso pero que no somos dueños de esa vida, somos simplemente administradores”, reflexionó Iriarte, entrevistado por Maritza L. Félix, directora y fundadora de Conecta Arizona.
🎙️️ Cientos de feligreses en todo el mundo acudieron a sus templos a la imposición de las cenizas, después de dos años de estar muy separados, en los que hicimos estas conmemoraciones religiosas de lejos, en forma virtual, porque teníamos miedo del virus, la pandemia, las reuniones. Pero volvieron, y con mucha fe, a los templos. ¿Fue un Miércoles de Ceniza muy diferente al del año pasado?
“Totalmente. La verdad que yo me quedé maravillado con la cantidad de gente, tanto en la misa que tuvimos a las 9.30 de la mañana en español, como la de la 7.30 de la tarde, en la que hubo que habilitar la capilla adyacente para la cantidad de gente que había venido y que denotaba la necesidad y el hambre de esa vivencia espiritual que nos estaba faltando”.
️🎙️ Es que nadie sale igual después de haber atravesado una pandemia, si bien seguimos en ella. ¿Nota que la fe haya jugado un papel importante durante esta etapa de aislamiento, de incertidumbre, de poner a prueba nuestras propias creencias?
“Creo que a pesar de que se vivieron tiempos muy difíciles, la fe fue un soporte muy importante para mucha gente, sobre todo un soporte frente al dolor, frente a la imposibilidad de contacto. Nosotros los latinos lo sufrimos doblemente, porque somos más afectivos, más de abrazarnos, de contenernos, y todos sabemos que la pandemia nos puso límites, ¿no?”.
️🎙️ En estos 40 días que son utilizados principalmente para orar, reflexionar y ayunar, ¿nota una diferencia dentro de su congregación, en sus feligreses, por todo lo que está sucediendo? Insisto, seguimos en la pandemia, estamos con muchas incertidumbres migratorias, con desafíos económicos importantes y ahora con este conflicto de la invasión a Ucrania que nos tiene como preocupados, consternados, ¿no?
“Sí. Yo creo que la gente percibe claramente que después de la pandemia la humanidad ha entrado en un proceso de cambio y que exige el cambio de nuestro corazón. Yo creo que la Cuaresma de este 2022 va a ser una Cuaresma con características muy especiales, porque nos va a exigir un trabajo serio en nuestro corazón, dejar que nuestro corazón se ablande en el Evangelio como para que quitemos esa actitud pétrea de buscar nada más que lo personal y lo que me agrada y lo que me gusta y olvidarnos del hermano. Nos va a exigir mirar al hermano y reconocer que el mundo lo tenemos que construir juntos, con la mano tendida”.
️🎙️ ¿La Iglesia también cambió en este tiempo, padre?
“Yo creo que todos hemos cambiado, porque la pandemia nos puso en un estado de reflexión profundo, nos hizo mirar en lo profundo, nos hizo darnos cuenta de nuestra realidad tangible, de nuestra muerte, que podía ser en cualquier momento y en cualquier lugar. Nos dimos cuenta que la vida es un regalo maravilloso pero que no somos dueños de esa vida, que somos simplemente administradores”.
️🎙️ Y para aquellas personas que perdieron la fe, ¿cuál es el mensaje? Porque han sido tiempos muy difíciles, y lo siguen siendo, para cientos de familias aquí en Arizona, que no ven la luz todavía al final del túnel, que no ven la puerta para salir de las angustias, de las preocupaciones, y sienten que su fe se ha debilitado. ¿Cuál es el mensaje para las personas que cuestionan a Dios?
“El mensaje es: cuando uno se da cuenta de que no puede luchar contra lo imposible, uno necesita abrir el corazón y dejar que Dios lo toque en lo profundo. Mucha gente (durante la pandemia) perdió la fe, pero mucha gente también se reencontró con la fe, porque sin dudas en nosotros, que estamos marcados por el pecado, a veces hay una rebeldía natural que lleva a rebelarse, a oponerse. Pero cuando uno entra en el silencio, en la soledad, en la quietud, como muchos entraron en la etapa de la pandemia, sin duda que la mente y el corazón empiezan a trabajar y sienten, como el hijo pródigo, que es necesario volver a la casa del Padre, a la casa común. Les envío una bendición para que esta Cuaresma les ayude a abrir el corazón al perdón, a la misericordia, y sepan que tenemos un Padre bueno que nos quiere acompañar y que quiere que nosotros construyamos en clave de felicidad”.
En síntesis
📌 La Cuaresma de este año es “especial” porque los fieles participan en forma presencial en las celebraciones, luego de dos años de virtualidad debido a la pandemia.
📌 En el plano espiritual, explicó el padre Iriarte, la pandemia impactó en la fe de las personas, que debieron -en algunos casos aún hoy deben- superar dificultades y dolor.
📌 “La pandemia nos puso en un estado de reflexión profundo y nos hizo darnos cuenta de que nuestra muerte podía ser en cualquier momento y lugar”, señaló.
📌 “La fe fue un soporte muy importante para mucha gente, sobre todo frente al dolor, la imposibilidad de contacto. Más en nosotros los latinos”, dijo el sacerdote.
📌 “Después de la pandemia la humanidad entró en un proceso de cambio, que exige el cambio de nuestro corazón”, agregó Iriarte, de la parroquia St. Mary’s en Chandler.
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